El fin de la trilogía Lado B

POR CARLOS REYES G.

Hace ya varios años conocí por primera vez a Alfredo Rodríguez y ya hablaba de un proyecto llamado Lado B, El tiempo fue moldeando una historieta que sin prisa desarrolló junto a Dreg, su amigo y dibujante. Ambos, unidos a un grupo de colaboradores crearon, primero silenciosamente, y más tarde bajo el foco de la atención de los lectores, una trilogía que ahora en 2015 llega a su fin.

 

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El guionista y dibujante Alfredo Rodríguez se ha instalado, a fuerza de trabajo y decisión, en la escena historietística chilena con su serie Siento y Miento y luego con la saga de Lado B. La primera, una obra que flirtea con algo de autobiografía, un poco de humor y sobre todo con una exploración acerca del lenguaje de la historieta y la segunda, una historieta que aborda la aventura con un énfasis en el trabajo de personajes pocas veces vista en este genero en el país. Rodríguez se tomó todo un volumen para ilustrar las motivaciones y la emocionalidad de algunos personajes del primer arco argumental de la serie, alejándolo del habitual encadenamiento de mera acción exterior de la aventura comiquera al uso. No obstante comenzó a entrar en ella ya en el tomo dos. De este modo demoró el ingreso al universo del mentado Lado B en beneficio de los intereses de la historia. Ahora que Lado B llega a su fin, parece ser un buen momento para recapitular junto a Alfredo Rodríguez el largo viaje que lo llevó a él y sus amigos al universo de Lado B, ese que en la ficción hace algo más que colindar con nuestra propia realidad.

 

EL MANDATO DE LAS HISTORIAS

- Más allá de la aventura y la fantasía ¿Cuál es el tema de fondo que quisiste abordar en Lado B?

El tema central en Lado B es la empatía y la desconexión. Tiene que ver con el proceso de hacernos conscientes que a nuestro alrededor se viven miles de historias de amor y dolor de las que usualmente no nos enteramos. La metáfora es que en el mismo cuarto en el que estamos hay otras personas y no nos damos cuenta. Pues en la vida real, a veces en el mismo edificio, en la misma casa o en nuestro mismo dormitorio se están viviendo historias de las que podemos elegir no enterarnos, encerrándonos en nuestra pequeña vida como si fuera de ese espacio reducido no ocurriera nada relevante.

- Pasaste varios años sumergido en el universo de lado B ¿Pasaron cosas que fueron alterando el contenido de los libros? ¿Cómo afectó tu vida personal la escritura de la historieta?

- Durante los años en los que trabajé en Lado B cambió radicalmente mi forma de apreciar los cómics y de verme a mí como guionista. Aprendí mucho de las cosas que realmente me interesa comunicar y de las cosas que me interesa lograr en las historias que escribo. Cuando validarse frente a uno mismo y frente al resto deja de ser una prioridad, surge el espacio para crear con libertad. Fue en ese espacio donde Lado B me enseñó que las historias deben ser las que mandan, las que toman las decisiones, y que uno como guionista y coordinador del proyecto no es más que un facilitador, un trabajador al servicio de las historias. Por culpa de Lado B ahora me considero con propiedad un creador de historia, y mi vida laboral, personal y familiar tomó desde entonces un nuevo rumbo, incierto a niveles prácticos, pero cimentado en esa certeza de estar haciendo lo que me hace feliz.

 

Portada Vol 1

 

- Cada volumen tiene un sentido propio y particular.

- Inicialmente no fue pensado así. El 2008, cuando comencé a idear Lado B se trataba de una historia con capítulos correlativos, una serie. Fue en el momento en el que decido llevar al papel la primera etapa de esta historia en que surge la necesidad de entender el contenido de ese libro como una obra en sí misma. No me gusta el cliffhanger, la palabra “Continuará”, cuando se trabaja en una industria que no puede prometer regularidad a sus lectores. Eso tiene sentido para una serie semanal o mensual, pero cuando se trabaja a un ritmo de un libro por año se vuelve necesario entregar un todo, una obra que sea disfrutable en sí misma, y con una dignidad proporcional al tiempo que se ha esperado por ella. Esa al menos es la intención, e intentamos estar a la altura de esas expectativas.

- ¿Te sientes satisfecho con lo logrado? ¿Lograste plasmar lo que tenías en mente con el proyecto?

- Me atrevo a decir que sí, mi relación con los tres libros de Lado B es de profundo orgullo y admiración. No puedo creer lo que veo cuando los tengo en mis manos, y se debe principalmente al trabajo con los otros artistas, en especial el de Dreg. Sin ellos, sin Dreg, Lado B hubiera crecido dentro de los límites de mis capacidades. Con ellos, Lado B se me escapó mucho más allá de lo imaginable, y rompió muchos de mis límites mentales. La única incertidumbre, con la que siempre debo lidiar, es si pude comunicar a los lectores eso que siento que plasmé en los libros. Ellos son el objetivo final, y como siempre, lo que viven y lo que sienten cuando leen tu libro es una enorme incógnita.

 

EL SALTO AL VACÍO

- ¿Hay algún comentario de algún lector (a) que te haya impresionado?

- Hay dos tipos de comentarios que me han llamado la atención. El primero es que muchos lectores, al compartir conmigo su experiencia leyendo el libro, en primera instancia no me hablan de algún evento o momento de la historia en particular. La mayoría de las veces me comparten primero dónde lo leyeron, con quién, cómo llegaron al libro o cómo se sintieron leyéndolo. Comparten su experiencia de lectura como un momento que recuerdan claramente. Me llena de orgullo sentir que la lectura de Lado B no es solo una experiencia intelectual, sino una vivencia.

 

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El otro tipo de comentario, que me parece muy valioso, se refiere a cuando los lectores se animan a comentarme su momento de la historia (o capítulo) favorito. Me fascina escuchar cómo para cada lector hay un momento relevante distinto, siento que es ahí dónde se justifica la diversidad que se encuentra en cada libro de Lado B. En ocasiones me destacan los momentos más impactantes, pero la mayoría de las veces rescatan detalles o momentos silenciosos, emotivos e íntimos. Eventos menores de la historia que resultan tan o más cautivantes que los giros argumentales más dramáticos.

-¿Es la escritura un salto al vacío o un viaje con un mapa?

- Para mí es un saltar al vacío y no tiene sentido llevar mapa. Porque la caída libre es una experiencia que no tiene caminos ni territorios. Pero lo que sí llevo conmigo siempre es una declaración de intenciones, un manuscrito que dice qué me propondré experimentar en este salto. A veces termino satisfaciendo mis expectativas, la mayoría de las veces termino viviendo cosas que jamás imaginé. Y lejos lo que más me motiva a lanzarme una y otra vez es la incertidumbre y la sorpresa. Y también el darme cuenta que al final del pozo siempre hay un colchón de satisfacciones, de alegrías y de muy buenos amigos que te esperan para celebrar contigo el final de cada viaje.

 

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One Responseto “El fin de la trilogía Lado B”

  1. Ale Ayala dice:

    Interesante, además supe en la FIC que esté libro se originó para ser el único, es de esperar que tiren toda la carne a la parrilla.

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