POR CARLOS REYES (Con la secreta colaboración de MAURICIO GARCÍA)
Bienvenidos. Gracias por su visita.
Seamos breves.
El dibujo de historietas, el caricaturista, el creador de “monitos” posee esa maravillosa capacidad de dar movimiento a lo inanimado, de trasladar la realidad a lo bidimensional y de trabajar sobre el tiempo elidido. Su labor es, para muchos, un mero detritus del desechable universo pop contemporáneo. Tal vez el hecho de que la historieta o cómic tenga su génesis en un periódico amarillista de Estados Unidos, le haya signado para debatirse en el pasado en la absurda dicotomía (ya en retirada) de ser reconocido como un arte menor o no.
Sentados ante la mesa de luz de antaño o en el mágico computador de hoy, estos artesanos, son pese a sus muchos logros, unos perfectos desconocidos.
Aprovechemos su breve visita a nuestra galería de secretas celebridades chilenas para conocer a algunos de nuestros secretos mejor guardados.
Pase, adelante.
VÍCTOR ARRIAGADA,VICAR (1934- 2012) : Creador del famoso y auténticamente chileno Huaso Ramón, el que, a decir de su propio creador, le recuerda el olor a pan amasado con queso chanco y mantequilla del sur. Vicar, dibujante de Topaze, El Pingüino, Barrabases, etc.
Considerado como uno de los mejores dibujantes del universo de Patos de Disney y famoso más allá de nuestras fronteras, especialmente en Europa. Dibujó historietas de Disney por más de 30 años y muy pocos lo saben. “¡Y me gusta! – Diría Vicar- Es el personaje más completo y mejor estudiado. Una creación maravillosa, Donald y su mundo”.
JORGE PÉREZ DEL CASTILLO (1923 - ¿1996, 1997?: Uno de los pocos artistas chilenos que triunfa en Argentina. Su brillante obra se ve opacada por la de su hermano Arturo Pérez del Castillo, un maestro reconocido internacionalmente. Jorge posee un trazo que fascina a entendidos y neófitos. Es único y minimalista. En pocas líneas captura ambientes, emociones y formas. Sus trazos breves, sintéticos, elásticos, crean carácter, atmósferas y acción.
Sus mágicas ilustraciones potencian los cuentos de las primeras páginas de Mampato. El mito dice que su trazo prefiguró el de Hugo Pratt el que, tras contemplar los dibujos del chileno, habría iniciado el camino que lo llevaría a su obra maestra, Corto Maltés.
El guionista argentino Leonardo Wadel lo recuerda como un hombre: “flaco, bajo, pálido, simpático” En Chile, ilustra para Mampato la serie: El amigo de los discos voladores de otro gran desconocido, el recientemente fallecido escritor de CF, Hugo Correa.
El desaparecido dibujante Máximo Carvajal, que lo visita asiduamente en su casa en el último piso de un antiguo teatro de calle San Diego, recuerda: “Luego de subir escaleras interminables y seguir por oscuros pasillo se llegaba a una pieza grande con sillones de cuero negro, repartidos por todos lados, y una gran mesa de dibujo.Todo esto en medio de un desorden de papeles, frascos de tinta, lápices, etc. Y Jorge, muerto de la risa, siempre de buen humor”. Wadel, por su parte, recuerda a Jorge Pérez Castillo como “el chilenito de la mágica pluma”.
ARTURO PÉREZ DEL CASTILLO (1925-1992): En 1948 es tentado por su hermano Jorge Pérez del Castillo, para viajar a Argentina. Allá crea la serie: Randall, The Killer con guiones de Héctor Germán Oesterheld. La historieta se transforma en un clásico del western y triunfa en Europa, especialmente en Italia. Es premiado en la Bienal Internacional de Córdoba y, en 1980, recibe el Yellow Kid, el oscar del cómic mundial a su trayectoria. Es el único historietista chileno que expone sus páginas de “monitos” en el Louvre y el único compatriota, junto a Jodorowsky, mencionado en el Diccionario del Cómic Ilustrado o la Historia del Cómic de Javier Coma.
En Chile, a fines de la década del ’70, la revista infantil Remolino del Diario Las Últimas Noticias, publica parte de su obra. Oscar Masotta lo considera uno de los cuatro mejores dibujantes de la Argentina. El estudioso trasandino Germán Cáceres señala sobre Arturo del Castillo: “el manejo de la pluma en Randall no tiene nada que envidiarle a Alex Raymond. Es un orfebre de la ilustración y posee un oficio de primera (…) Sus viñetas son prodigios de composición, frescos dignos de un Foster”.
A su muerte no hubo reportajes ni necrológicos, salvo la honrosa excepción de una, tan hermosa como escueta, nota en la revista Bandido. La deuda sigue pendiente.
MARIO IGOR (1929- 1995: Muchas veces desechamos el pasado tapándolo con la inmediatez de los éxitos mediáticos y un futbolista, un músico, un actor de moda o una bella animadora serán siempre más populares que un tímido dibujante cuyo trabajo se realiza hora tras otra con la habitual paciencia de la soledad de una mesa de dibujo, una taza de café y algo de música. De ahí que sólo un círculo de admiradores, lectores, dibujantes y guionistas recuerde el nombre de Mario Igor, pero tal vez tú también al ver algunos de sus dibujos llegues a recordarlo.
Tal vez recuerdes El Jinete Fantasma, el increíble Amauta de El hijo de la montaña, o a la bella Khanda en la fabulosa ciudad perdida de Kismet, o incluso hayas alcanzado a saborear las espectaculares viñetas de Sigfrido. No es pues extraño que en este contexto, un gigante como Mario Igor siga siendo otra secreta celebridad. El Príncipe Negro, que así lo llamaban sus amigos, poseía un trazo que hasta en el boceto más rápido dejaba entrever la fuerza de un estilo absolutamente personal.
Las vigorosas páginas de Mario Igor están llenas de un universo mágico en donde hasta una piedra y los fondos están dotados de un halo mágico que estalla en las ricas vestiduras o andrajos de sus personajes, a veces grotescos seres de mundos imposibles o apolíneos héroes de tintes mitológicos. La contemplación de las páginas de este mago (como lo define bellamente el dibujante Félix Vega), siguen asombrando a sus pares.
Un genio del dibujo que se dio en llamar Mario Igor y que vino del lluvioso sur de Chile para deslumbrar.
Lo sentimos, pero su visita guiada acaba de expirar.
La curiosidad puede más,es cierto. Sobre todo si detrás de mis hombros se ve que la galería se extiende incluso más allá de donde la mirada alcanza. Es imposible recorrerla por completo de una sola vez. Hay muchos autores a quienes reconocer. Y esa es una tarea que puede llevar años.
Es todo por ahora. Ya habrá tiempo de seguir recorriendo estos pasillos llenos de fascinantes y desconocidas maravillas en otra ocasión.
Buenas noches y … gracias por venir.
FIN PARTE I
Muy bueno el artículo, quedamos a la espera de la segunda parte y atentos a conocer más ejemplos del trabajo de estos artistas